Cuentan los viejos de la aldea que, al otro lado de las montañas, existía un árboldel dinero. Si lo agitabas una vez, daba monedas de bronce, si lo hacías dos veces, de plata; si tres, de oro.
Cada año, el 31 de Diciembre, echaba una semilla, y de esta, salía un arbustillo que iba convirtiéndose en árbol.
La gente de la aldea dependía de él, por lo menos la parte pobre de ella.
Un día, la parte rica se llevó la semilla que echaba el árbol cada día de nochevieja, y la sembraron. Como todo, tiene un límite que los ricos desconocian. Ese árbol solo se podia agitar 365 veces al año, y cuando se superaba el límite, se maoría al instante.
El primer día, los ricos, lo agitaron las 365 veces permitidas al año, y el árbol se murió, y ya nunca mas hubo dinero para nadie.
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